El opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) ratificó su apoyo a las protestas convocadas para el próximo domingo contra el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, y afirmó que aunque acompañe los reclamos “en las calles”, las exigencias de un juicio político contra la mandataria no están en la agenda de ese espacio. “El PSDB, a través de sus militantes, simpatizantes y sus líderes, participará, al lado de brasileños en ese movimiento apartidario que surge del más legítimo sentimiento de indignación de la sociedad brasileña”, afirma la agrupación. El principal partido opositor expresó su “solidaridad” con las “manifestaciones de indignación” que muchos sectores del país han mostrado contra el gobierno, expresadas mediante cacerolazos o abucheos directos a Rousseff. Reelegida en 2014, Rousseff asumió su nuevo mandato el 1 de enero y desde entonces su popularidad está en picada por la grave situación económica y denuncias por corrupción en Petrobras, por las que están bajo investigación 49 políticos, la mayoría del oficialista PT.
Crisis en la derecha chilena por casos de corrupción
El diputado Ernesto Silva renunció a la presidencia del principal partido opositor chileno, la Unión Demócrata Independiente (UDI), complicado por acusaciones de fraude fiscal en medio de una maraña de investigaciones por corrupción que están arrastrando a la Justicia a líderes de todo el espectro político. “Di la cara siempre y enfrenté lo que me tocó enfrentar con coraje, dignidad y transparencia”, dijo el parlamentario, investigado por haber adulterado su declaración de impuestos. La renuncia de Silva, cuestionado por votar leyes que involucraban a empresas donde tenía acciones, aceleró asimismo la renuncia a la vicepresidencia de la UDI del senador Iván Moreira, quien admitió haber recibido pagos irregulares de empresas en la campaña de 2013. Las salidas de ambos congresistas, pedida incluso por su propio partido, ocurrió después de que la presidenta Michelle Bachelet formara un consejo asesor para que proponga leyes para enfrentar la corrupción, en especial la relación entre negocios y política, donde también apareció involucrado su hijo, Jorge Dávalos.